Blogia
en las blancas praderas

libertad

He decidido concederme libertad total para modificar mis palabras a mi antojo.
Siempre me ocurre lo mismo. Una, dos o tres relecturas y empiezan a chirriarme palabras o frases, hasta que llega un punto de disgusto en que enrojezco y opto por no volver a leer algo sólo por no soportar esa palabra o esa frase. A veces me ocurre con textos enteros.
En un principio estaba bien, en colaboraciones en otras páginas, pues suponía que podía dar algo por terminado, estuviera bien o mal, y como nunca me interesó la perfección sino el desembuchar rápidamente, lo acepté gustosa. Aunque siempre me han molestado cosas que me habría gustado cambiar o eliminar. Sin embargo empiezo a ser más exigente. Me disgusta releerme.
Vale. Yo hago este blog. Soy la dueña del blog y, aunque no sé muy bien porqué lo sigo actualizando, lo voy a utilizar a mi antojo. Todo lo que esté en este blog no será definitivo. Alguna ventaja tiene que tener que te lea sólo algún despistado. Amable despistado, por supuesto...

2 comentarios

setesoles -

te acabo de descubrir...y ya saturaste de belleza mi neurona incapaz. modifica cuanto quieras, me queda mucho por "leerte"

elpaRquirri -

cierto. yo personalmente no hago mas que modificar tantas veces como leo. Me encanto tu escrito y te tomo nota para linkearte desde mi pagina. Un beso. a seguir en esta línea.